Feliz 2015!!!

Comenzamos un nuevo año, y la agenda vacía genera la ilusión de que todo comienza de cero, es como dar vuelta la página y comenzar a escribir algo nuevo.

Prácticamente todos los años comienzo de la misma manera, planteándome objetivos y proyectos nuevos, tanto a nivel personal como profesional, y es el momento en que más disfruto porque todo es potencial. Se me ocurren mil cosas para hacer, algunas que quedaron pendientes del año anterior, otras completamente nuevas, y el año "nuevo" se me despliega como un gran patio de juegos, todo me parece posible! Imagino cursos, trabajos, dietas, encuentros, tantas cosas por hacer!  

Con los años, la experiencia me demuestra que solo pasan la prueba del primer mes aquellas cosas que realmente quiero, que están arraigadas en lo profundo de mis deseos. 
Así es que me propongo quizás lo más difícil, atreverme a desear, a proyectar lo que quiero para mi vida. No desde el punto en que espero que el año me lo traiga, sino desde la convicción de que van a llegar porque voy a salir a buscarlas.

Tener lo objetivos claros es como una brújula, nos orienta y nos guía, y lo más importante, sirve para no perder la dirección!

Les deseo que hagan de este 2015 un gran año para todos!
Hay algún proyecto u objetivo que quieran compartir? 
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Entender o hacerse entender, esa es la cuestión.

Al salir de mi sesión y meditando todo lo que hable con mí analista, ¡De repente se me presentó una duda existencial! ¿Con mi marido tengo una comunicación fluida?

Entonces no tuve mejor idea que buscar información verídica y confiable. Por eso compré un par de revistas, googlee y pedí consejos a parejas amigas.

Todo lo que estaba en mis manos para encarar mí investigación, tenía cubierta la primera fase, el trabajo de campo, ya que hace 5 años vivo con mi marido.

Con lo primero que me choqué fue con la peculiar parejita feliz, esas que parecen estar siempre de acuerdo y de la que nunca te enteraste de una pelea. Y dije: “estos dos deben tener ¡la clave del éxito!” Entonces les pregunté muy entusiasmada: _” ¿Cómo se logra tener una relación de muchos años de felicidad?”. La señora con una gran sonrisa en su cara me respondió -“Yo con mi marido nunca tuve un sí o un no, desde que lo conocí nunca discutimos, porque la base de la felicidad es la comunicación, el dialogo y decirse todo lo que uno siente en el momento que lo siente”.

Su respuesta me llevo a pensar ¿Si nunca tuvieron un sí o un no, será que siempre estuvieron de acuerdo? pero si se dicen todo lo que sienten, ¿Cómo puede ser que nunca tuvieron una discusión o un intercambio de ideas? Supongamos que siempre estuvieron de acuerdo en la toma de decisiones, más que dialogar entre ellos, me da la sensación de que una de las partes siempre cedió, hubo más aceptación que comunicación podríamos decir. Ese consejo no me pareció muy viable así que continúe con mi búsqueda.

Y dije, las revistas de mujeres tienen un público muy específico ¡La Mujer moderna, osea yo! que trabaja, estudia, tiene marido, un perro y una casa para mantener limpia y ordenada. En fin, ellas deben entender y tratar con suma solemnidad los problemas netamente femeninos.

Leyendo no una, sino varias revistas diagramé una serie de ítems con todos los artículos referidos a ¿Cómo mejorar la comunicación con tu pareja? Me di cuenta que tenía más de 40 tips para implementar y 4 cuestionarios para testear si la comunicación es uno de los pilares de mí relación. Doy fé que me asuste con los resultados obtenidos en 3 de los 4 test. Pero me sentí tonta al pensar que siguiendo unos punteos lograría tener una verdadera conexión.

Nadie tiene la clave de la felicidad, pero sabemos que el estrés y las obligaciones tanto para los hombres como para las mujeres generan distancia, quizás no sea falta de comunicación pero si falta de tiempo. Las tecnologías ayudan a acercarnos más ¿pero realmente estamos más comunicados? Hay tantos soportes de comunicación que es difícil no saber en qué anda tu pareja el “¿que estás haciendo?” o el “¿que estas pensando?” nos brindan información pero a la vez genera la necesidad de saber más. ¿Con quién está hablando en las diferentes redes sociales? ¿Por qué le llegan tantos mensajes a su celu? ¿Desde cuándo me avisa que juega al futbol o sale con los amigos 30 minutos antes y por un mensaje de texto? En algunos casos, a partir de este punto nacen los famosos espias amateurs.

Si bien la comunicación es el diálogo, los gestos, los silencios, los textos, el me gusta en el facebook, estos nuevos soportes pueden causar malos entendidos y reproches sin justa causa. Es importante entender que TODOS nuestros actos COMUNICAN, inclusive la ausencia de estos comunica, pero lo importante es saber si la otra persona comprende lo que queremos decir. ¡No es lo mismo un llamado fuerte y claro, que un texto con abreviaturas, Voy ksa d hno, tvo + trd TKM =)! ¿Qué quiso decir?! Aquí la traducción: voy a la casa de mi hermano, te veo más tarde, Te Quiero Mucho, (Carita feliz)

Pero no le voy a echar la culpa sólo a las nuevas tecnologías, seguramente esta secuencia te puede ser familiar –“¿Te pasa algo, estas enojada/o por algo?” Respuesta: _ “No, nada”. Si bien aquí estamos comunicando algo, no hay un mensaje claro para que el otro pueda interpretar y codificar correctamente. Sabemos que ese “nada”, el 90 % de los casos es “algo” y algo que hizo él o ella.

Es por eso que existen pactos socialmente establecidos de normas de comunicación, todos sabemos lo que significa guiñarle el ojo a alguien, es una un mensaje con una cierta complicidad, pero que pasa cuando un guiño deja de ser lo que socialmente comprendemos y pasa a ser Tic nervioso, ¿se quiebra el pacto? La respuesta es no, seguramente necesitaremos una explicación, lo mismo sucede con estos mensajes no claros. Por lo tanto no hay tips mágicos para mejorar la comunicación, pero sí tratar de ser lo más claro y no dejar a la deriva la interpretación al otro.

Hay que tratar de buscar la manera de convivir entre las nuevas tecnologías, sin abandonar el antiguo arte de la conversación y sobre todo de la explicación.

Autora: Vanina Avendaño, estudiante de Ciencias de la Comunicación, UBA

Hoy no, mañana...

No es el hecho de postergar en sí, sino qué postergamos y cómo nos sentimos después, lo que más preocupa.

¿Está mal postergar?

Hay quienes tienen dificultades para administrar su tiempo (en el trabajo, el estudio, inclusive el tiempo libre), o establecer prioridades. Actualmente hay mucha oferta de entretenimiento. Con las nuevas tecnologías se borran los límites de tiempo y espacio que antes estaban establecidos per-sé, es decir, por más que a las 19hs estés en el tren volviendo del trabajo podés recibir un llamado de tu jefe, un mail con una consulta de un cliente, ver las fotos del cumpleaños de un amigo, hacer las compras del supermercado online, etc.
Si bien esto abre un mundo de posibilidades, implica que tengamos que administrarnos de otra forma el tiempo y las actividades, es fácil que se mezclen el tiempo laboral y el libre por ejemplo, requiere un esfuerzo de selección de atención constante poder manejarlo adecuadamente. Hay un juicio de un Sargento de Policía de Chicago (EEUU) contra el Estado, por no pagarle las horas extras que habría trabajado desde su Blackberry. Así de vigente está el tema en el mundo.
Todo este cambio se produjo tan rápidamente y es tan accesible, que tenemos la falsa ilusión de que no necesitamos adaptarnos, ya estaría incorporado a nuestras vidas sin necesidad de hacer nada…
Estas distracciones que enfrentamos diariamente pueden llevarnos a postergar lo importante en pos de lo urgente, con esta necesidad de responder o estar enterado de todo lo que está pasando minuto a minuto tal es la oferta de Twitter, inclusive el diario La Nación también informa por este medio.
Es un tema muy importante y merece que tomemos unos minutos para reflexionar sobre cómo están cambiando los tiempos en nuestas vidas, pero de todos modos no es sobre esto que los invito a pensar hoy. A quienes va dedicado este post es a quienes postergan su DESEO.

Pero, ¿por qué postergaríamos algo que deseamos?
Básicamente por miedo. Aunque parezca simple, el miedo puede tomar muchas formas, hay quienes tienen miedo al fracaso, otros al éxito, a perder algo, a no ser quienes éramos, a perder el amor de amigos y familiares y quedarnos solos, etc.
Si lo analizamos más en profundidad, encontraremos que lo que está siempre presente es el miedo al cambio. Realizar un cambio también conlleva la responsabilidad de hacer frente a lo nuevo, esto puede generar angustia y dudas del tipo “¿estaré a la altura de esto?”, “¿podré afrontar las nuevas situaciones que este cambio represente?”, “¿seré capaz de adaptarme a una nueva rutina, un nuevo trabajo?”, etc. Estas dudas facilitan la postergación a favor de mantenerse dentro de las situaciones conocidas.
Para quienes llegaron leyendo hasta aquí, puede resultar evidente que, para quien tiene miedo al cambio debe ser satisfactorio poder postergar, pero no. Justamente, lo padecen, suelen quejarse por no poder realizar sus proyectos, sean los que sean, un paseo tranquilo una tarde de domingo, un curso que nunca pueden comenzar, un viaje que queda eternamente suspendido, un cambio de trabajo, etc. llegando a convencerse (y a los demás también) de que “no hay nada que yo pueda hacer por eso”, de que “ya pasó el momento/ la oportunidad”. Pero esto no se olvida, y la diferencia con el olvido no es un detalle menor, ya que lo que se olvida carece de importancia, pero en la postergación se sigue anhelando, con culpa y sentimientos de incapacidad para obtener lo que se desea…frustración. Queda en la categoría de “inalcanzable”, la pregunta a hacerse es

¿POR QUÉ?

¿QUÉ IMPLICARÍA REALIZARLO?

No es el propósito de este blog generalizar, ni presentar ideas cerradas, armadas, sino abrir un espacio para reflexionar y seguir pensando y en este caso el espacio es un taller que realizaremos en el consultorio de Villa Urquiza.
Si querés participar envia un mail a marielabassani@psi.uba.ar con tus datos y te responderé a la brevedad. Como en el taller anterior, los cupos son limitados.

“No esperes el momento preciso. Empieza ahora. Hazlo ahora. Si esperas por el momento adecuado nunca dejarás de esperar”
J. Gillman

“Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.”
Franz Grillparzer

FIN DE AÑO, ¿Hacemos un balance?

Hacer un balance a fin de año no es una propuesta diferente, es más, lo hacemos todos de una manera casi involuntaria. La idea de hacer de este "balance" algo distinto es que en lugar de usar la balanza de dos platos usemos la de uno.

Pongamos todo lo bueno que tuvo este año, toda la gente que nos acompañó, las cosas que nos hicieron felices, los logros que tuvimos, las cosas por las cuales queremos agradecer. Pero ojo, no es la idea dejar de lado lo malo o negativo que también habremos pasado este año. ¿Cómo lo incluimos en este balance positivo? tomando lo bueno que obtuvimos de eso, porque de todo lo malo hay algo que podemos aprender, quizá simplemente sea el hecho de saber que no queremos pasar por eso otra vez... Si prestamos atención a cómo estamos implicados en esa situación, cuál fue nuestra parte en el problema, seguramente tendremos una buena noción de que actitudes no tomar la próxima.

Puede ser que nos haya tocado pasar un mal momento por problemas de salud, o situaciones en las cuales no está en nuestras manos cambiar nada; en estas ocasiones podemos agradecer a quienes nos acompañaron en ese momento difícil, a la familia o los amigos que nos contuvieron, escucharon y apoyaron.

Dedicate unos minutos en este tiempo para reflexionar sobre el año que queda atrás, quedate con lo bueno, con lo que te sirva para estar mejor, aprovechá las conocimientos y aprendizajes que te dejó lo malo, y hacé una pequeña lista de las cosas por las cuales querés agradecer hoy. Al principio quizás te cueste, pero no desistas con dos o tres ítems, seguí profundizando, intentá revivir en tu mente esos momentos hasta que te hagan sonreir otra vez. Pedile a alguien cercano que te ayude, que te diga cuáles son tus logros de este año desde su punto de vista, seguramente aportará algo que no hayas visto o valorado.

El hecho de ver esa lista escrita hará que tome otra dimensión, impactará de una forma más real que si lo hicieras mentalmente y seguramente ¡te sorprenderás con su extensión!

Antes de despedirme y dejar mis agradecimientos hay dos frases que nos pueden ayudar en este momento: "Nada es para siempre" y "todo pasa".

Nada dura para siempre, y todo implica voluntad, asi que si tenés algo que te hace feliz: cuidalo, dedicale tiempo, trabajá para que siga sucediendo en el 2011 y perdure.

Y si estás pasando por un mal momento, y por el contrario, hay algo que no quieras más para vos, pensá "esto también va a pasar" y concentrate en pensar qué cambios podés hacer para generar algo nuevo y diferente. Recordá que el sol sale para todos.

El comienzo de un nuevo año, aunque es algo más simbólico que real (el tiempo es el mismo y sigue transcurriendo, nosotros lo organizamos en un año calendario), trae la esperanza de un nuevo comienzo también para nuestras vidas, pone en movimiento mucha energía que genera deseos, proyectos que si se planifican con energía y pensamientos positivos seguramente al plasmarse nos acercarán más al bienestar y a disfrutar la vida.

Y llegó mi momento para agradecer, ¡Por fin!:

Gracias a mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, a todos los que me acompañan día a día, por escucharme, por confiar en mí, por compartir su vida conmigo y hacer la mía mucho mejor.

Gracias a quienes trabajaron tan arduamente para ayudarme a conseguir mis objetivos y materializar mis proyectos. Gracias por haber cedido su tiempo y sus propios proyectos en pos del mío, por haberle puesto el cuerpo, la paciencia, las ideas para sortear los problemas, las ganas (tantas que muchas veces superaban las mías!) y la confianza en mí. Saben lo mucho que significó para mi contar con ustedes en ese momento y con ese proyecto en particular. Nada hubiera sido posible si no hubieran estado ahí para mí y se los voy a agradecer toda la vida.

Gracias a quien cedió un espacio en su casa para mí, porque no sólo me abrió las puertas de su casa sino también las de su vida. Con sus miedos y ansiedades, pero también con todo su corazón y una paciencia infinita. Gracias abuela por tu compañia y tu apoyo, por estar a mi lado siempre. También infinita es mi gratitud por tu bondad y generosidad desinteresada.

Gracias a quienes me incitan a seguir adelante, especialmente a quienes abren la ventana cuando se cierra una puerta, a quienes aportan tan buenas ideas e insisten hasta que las realizo!

Gracias a mis amigas colegas quienes me acompañan en la práctica y en la teoría, en mis proyectos. Gracias por confiar en mí y darme su opinión que es tan valiosa.

Y asi podría seguir agradeciendo infinitamente, pero no quiero dejar de agradecer a quienes leen este blog, comparten su opinión, se toman su tiempo para acompañarme en alguna reflexión o dejan sus palabras de aliento.

Por último quiero simplemente dar gracias a todos, a quienes me dieron la vida y a quienes eligen compartirla conmigo. ¡Les deseo un Muy Feliz Año Nuevo!

La alegría es doble cuando se comparte, si quieren dejar algún agradecimiento o reflexión en este espacio será muy bienvenido!

¿No pensabas hacer una reflexión sobre lo sucedido en el 2010? ¿Qué estás esperando?

¡No te lo pierdas!

Durmiendo con el enemigo. Sobre autoboicot.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de AUTOBOICOT?

Primero lo primero, hacer un BOICOT es impedir u obstaculizar la realización de un acto o un proceso con un fin determinado. Cuando hablamos de AUTOBOICOT, la propia persona impide o entorpece la posibilidad de alcanzar sus metas u objetivos.

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¿Cómo es esto posible? ¿no es que las personas buscan su bienestar? ¿y el instinto de preservación? Como decíamos antes, en otro artículo, no existe tal cosa como el "instinto" en el humano. Estamos atravesados por el lenguaje y la cultura, lo cual influye en como definimos lo bueno y lo malo. Es decir, el cristal con el que miramos la vida está teñido por nuestras experiencias junto con la educación que recibimos entre la familia y la cultura, y para la persona que se autoboicotea, este cristal está teñido de negativismo. Suelen ser personas que se exigen mucho, que desmerecen sus logros, se imponen un nivel muy alto de responsabilidad y son propensos a sentirse culpables.

Así es que a veces, sin buscarlo de una manera conciente perseveramos en una situación que no nos hace bien, o no realizamos acciones concretas para alcanzar nuestros objetivos, nos justificamos pensando "si no se dió no era para mí", "no tuve suerte", "la vida es injusta", etc.

Si bien el término "boicot" es acuñado dentro del campo de la Economía, en psicología lo utilizamos para describir este tipo de comportamiento que puede aplicarse en distintas áreas de la vida de una persona, o en todas, como por ejemplo la salud, la pareja, los estudios, el trabajo, etc.

¿Es ésto algo que las personas hacen a propósito? no, sería una elección si la persona toma conciencia de ésto y lo sigue realizando o persiste con el mismo comportamiento; ya sea por acción u omisión, en ese caso sí podríamos hablar de una intención de autoboicot con el fin de obtener o mantener algo que, aparentemente, no es lo que desea o favorece su bienestar.

¿Y vos? ¿Qué vas a hacer con ésto?

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Si querés seguir aprendiendo sobre este tema, o te interesa comenzar a trabajar para cambiarlo, te invitamos a participar del "Taller de Autoboicot", se realizará el sábado 6 de Noviembre a las 17hs. en el consultorio de Villa Urquiza.

Para más información y confirmar asistencia envía un mail a marielabassani@psi.uba.ar, o llamanos al 4611-3479 (dejar mensaje con nombre y teléfono para recibir confirmación)

PAREJA, COMUNICACIÓN Y DIÁLOGO

Inspirada en tantísimos relatos de discusiones de pareja que se escuchan a diario, me propuse abrir las puertas a la reflexión y al debate de este complejo tema.

Es cierto que no hay pareja perfecta pero, ¿Qué ocurre con las parejas hoy en día? ¿Será cierto que ante la adversidad recurren más a los abogados que a los terapeutas?¿Se habrán dado por vencidos rapidamente?

Cuando se llega a la consulta, en general, ya se han sucedido varios conflictos que se han ido acumulando durante mucho tiempo. Ansiedad, angustia, enojos y rencores. Éstos son los sentimientos que se expresan con frecuencia. Pero más allá de estos, hay una constante que surge siempre, tarde o temprano, y pese a la historia y particularidad de cada individuo. Esta constante es la "COMUNICACIÓN". "La comunicación es la base de una pareja", frase más que escuchada ya, pero no menos efectiva e importante. Y si... es el pilar desde donde se construye y se consolida una relación. Ahora bien, acá el dilema: no siempre comunicación es sinónimo de diálogo. Nuestro cuerpo todo se comunica constantemente. Con nuestros gestos y movimientos. Aunque no digamos nada, siempre estamos diciendo algo. Pero, ¿Estamos realmente seguros de que el mensaje que queremos dar llega correctamente? Lamentablemente no siempre es así.

Encuentro de manera frecuente un síntoma recurrente de las parejas. El creer y suponer que el otro sabe y conoce de mi malestar y, por lo tanto, que debería actuar en consecuencia. Pero, en cambio, muchas veces, esa respuesta nunca llega, o peor aún, la respuesta no es la esperada. Esto nos genera enojo y tendemos a hacer reclamos. Despotricamos contra el otro luchando por nuestra verdad absoluta.

Pero ésto no es lo peor. El otro se enoja aún más por sentirse maltratado, supuestamente sin motivo aparente. "Sos un histerica/o"... "Nada te viene bien"... "Todo lo que hago te parece mal". Y finalmente nos damos cuenta, en las mejores situaciones, de que el otro nunca se había enterado de nuestro malestar en primera instancia. No nos supimos explicar bien. O tal vez pretendíamos que se conozcan mágicamente nuestros sentimientos a cada momento.

Esta y tantas otras discusiones podrían evitarse, si hubiera DIÁLOGO, es decir: expresión e intercambio de ideas y pensamientos. Es muy común que alguno de los integrantes de la pareja, sino ambos, se enfrente con dificultades para expresar sus ideas claramente. Y ésto genera un círculo vicioso que es el que se encarga de que, día tras día, vaya erosionando, entre otras situaciones, al vínculo de pareja.
Pero bien, lo importante es el "DARSE CUENTA". Todo se trata de aprender de los errores para no repetir constantemente el síntoma. Incluso es típico que el síntoma en cuestión se arrastre de pareja en pareja, creyendo que, tal vez, su "destino" es el de ser un eterno incomprendido.

Construyamos espacios para el diálogo. Expresemos mas libremente nuestras ideas y deseos, así como también nuestros malestares. Siempre respetándonos. No esperemos que los demás decodifiquen nuestras intenciones. Esto es material para generar malentendidos. Y cuando solos no podemos, pidamos ayuda a profesionales que nos orienten.

La pareja se construye de a dos, y de a dos podrán tomar las mejores decisiones para poder afrontar y enfrentar las diferencias y caminar juntos el camino que eligieron.

ME OLVIDO, ¿QUE HAGO?

Con el pasar de los años, el cuerpo envejece, y las consecuencias repercuten en todos los niveles. Envejecer es parte del ciclo vital. El envejecimiento es un proceso natural, gradual, de cambios y transformaciones a nivel biológico, psicológico y social, que se estructuran en torno al tiempo. Por ejemplo se reduce el volumen muscular, disminuye la capacidad visual, entre otras modificaciones.
El envejecimiento normal se caracteriza por un inevitable e irreversible proceso que lleva a una caída del potencial físico, mental y social del individuo que provoca dificultad en mantener su independencia y autonomía como ser social. Lo mismo acontece con la función cerebral, generalmente se presenta cierta lentificación motora y disminución de la memoria y la atención. Sin embargo, en la mayoría de los casos estos cambios se compensan con las experiencias acopiadas a lo largo de la vida.
Existen algunos casos donde la disminución de la memoria es mayor, pudiendo ser diagnosticados como deterioro cognoscitivo leve (DCL). Estos cuadros son frecuentes y su importancia radica en que podrían corresponderse con la etapa más inicial de la enfermedad de Alzheimer. Razón por lo cual es de suma importancia el diagnóstico y la detección temprana.
En una enfermedad de Alzheimer existe una demencia; es decir una pérdida de las capacidades mentales que impide a las personas llevar a cabo sus actividades diarias, vale decir, hacerse plenamente responsables en la toma de decisiones. En los casos de personas con DCL no existe demencia; los pacientes se quejan de olvidos, tienen un rendimiento inferior generalmente en tareas de memoria, pero su pérdida de la capacidad intelectual es discreta. Esto les permite rendir normalmente en sus actividades diarias y en sus relaciones sociales.
El diagnóstico diferencial es un trabajo minucioso que requiere de un profesional capacitado. El DCL puede confundirse con el envejecimiento normal, aunque los pacientes que lo padecen manifiestan más fallas de memoria de lo esperable. También puede confundirse con la demencia inicial, sin embargo las personas con DCL tienen la capacidad de juicio conservada. Así mismo, muchas veces, en la vejez, existen cuadros depresivos que pueden afectar a la memoria y a la capacidad de concentración.
Resumiendo, debemos pensar que para realizar un diagnóstico diferencial, es condición excluyente que un profesional especializado realice una Evaluación Neuropsicológica la cual esté conformada por un conjunto de técnicas y test individualmente seleccionados, que permitan definir de forma clínica y estandarizada, el estado general de las funciones cognitivas de los pacientes.
Como algunos de los pacientes con DCL pueden evolucionar hacia una demencia, ésta es la razón por la cual el diagnóstico temprano es de suma importancia porque da herramientas para ocuparse precozmente del problema, ya que se pueden trabajar las falencias por medio de la estimulación cognitiva. Al mismo tiempo es una señal de alerta, ya que si se toman las medidas adecuadas y se implementa un plan de trabajo acorde a las fallas del paciente, se podría prevenir un trastorno mayor.
Por todo esto, es muy valioso que ante las primeras manifestaciones que hace nuestro organismo, realicemos una consulta a un profesional de la salud (neurólogos, neuropsicólogos) que pueda orientarnos y darnos la información pertinente.

Naturaleza, estás ahi? (sobre homosexualidad)

La naturaleza me ha abandonado. Espero a Ud. no, pero a mí me pasó.

He comido cosas que mi cuerpo no necesitaba, en cantidades que no necesitaba, aún cuando no tenía realmente hambre... Pues la naturaleza me abandonó y dejé de comer sólo para cumplir con una necesidad biológica, comí por el placer de comer, las cosas que me gustan comer, y cuando quería comerlas.

He tenido relaciones sexuales con mi pareja aún cuando no era mi verdadero fin la procreación, en momentos en que no estaba realmente ovulando, y he usado métodos anticonceptivos con el fin de no provocar un embarazo. Pues la naturaleza me abandonó y no tuve relaciones sólo para cumplir con la regla de la naturaleza de procrear y asegurar la existencia de mi especie, tuve relaciones por placer, con la persona que me gusta, cuando quise tenerlas.

Al no encontrarme resguardada en la "madre naturaleza" me sentí sola, y busqué entonces refugiarme en la Iglesia. Desde chica escucho que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, que nos ama a todos por igual, que nos hizo a todos iguales... Atónita me quedé al descubrir que todo era mentira, resulta que habían omitido contarme que su amor infinito no alcanzaba a los homosexuales. Pudo perdonar a sus amigos que le dieron la espalda en el momento en que más los necesitaba, pero seguramente deberían ser heterosexuales, porque Dios no acepta a los homosexuales.

Ya nada me quedaba, sin la naturaleza y sin la Iglesia no tenía dónde recurrir. Fui ahí que descubrí mi DESEO, la LIBERTAD de elegir. Entendí que los animales no tienen la posibilidad de desobedecer a la naturaleza, de ELEGIR qué, cuándo, cómo y porqué.

Cuando elegí mi pareja fue por sus ojos, pero sobre todo, por la forma en que me miraba; por su

voz, por la forma en que me hablaba. Porque me demostró ser mi compañero incondicional, por apoyarme siempre que lo necesitaba. Por compartir mis gustos y valores. Porque nos amamos, aún cuando la naturaleza no haya tenido nada que ver con esto pues su único fin es la procreación, la naturaleza y la biología no entienden de amor, de elección, de deseo.

La elección de una pareja es el resultado de un complicado proceso psicológico de identificaciones y de la unión del amor y la sexualidad, no es necesario aclarar que ésto no sucede en la naturaleza. Más allá de la pareja que se elija, la sexualidad siempre resulta compleja y es tan particular como cada persona es única.

Somos seres culturales, inmersos en una sociedad, no hagamos de ésta una sociedad basada en el odio, en la discriminación, en la supresión de las minorías. Somos libres de las reglas de la naturaleza, no creemos nuevas reglas opresivas que nos hagan esclavos del pensamiento de la mayoría. Prediquemos la importancia del amor y la igualdad por sobre todas las cosas, la tolerancia hacia el prójimo, la libertad, es decir los valores que todos compartimos y deseamos.

Sé que elegí un tema muy controversial, pero me gustaría que me cuenten su opinión, les prometo absoluto respeto y respuesta.

Cariños

Algunas puntualizaciones sobre el fracaso

El fracaso puede ser un estado momentáneo, en determinada situación, pero no nos define como personas.

Es cierto que en la sociedad que vivimos se nos exige prácticamente que seamos perfectos, que en todo triunfemos, y sino, que al menos seamos exitosos! El fracaso es también una herida narcisista, tiene un efecto directo y negativo en nuestra autoestima, no siempre estamos dispuestos a aceptar que nos equivocamos, que las cosas no salieron como las planeamos, o que no somos tan buenos en algo como creíamos... Pero, que hacer mientras se está atravesando un fracaso?
*Tener en cuenta que el fracaso es sólo un momento, no un estado permanente. En todo proyecto hay una serie de fracasos que siguiendo el método “prueba y error” nos van enseñando y marcando el camino al éxito. Es importante que intentemos no desanimarnos porque de ese modo no salió bien, o por ese camino no llegamos, lo importante de fracasar es poder tomar esa experiencia y transformarla en algo provechoso, lo único que un fracaso significa es “de este modo no” o “no en este momento”. Como hemos mencionado en otro artículo, las capacidades y habilidades se aprenden y entrenan, por lo que quizás algo que en este momento no podemos realizar será posible más adelante. Es imposible intentar correr cuando no se ha aprendido a caminar.
*Estar atentos a qué metas nos fijamos, no ser como el perfeccionista destinado a conseguir nada más que fracasos, es decir, no fijarnos metas inalcanzables, tener en cuenta la realidad y la mayor cantidad posible de factores que influyen para que podamos alcanzar la meta y que todo proyecto se va cumpliendo por etapas y es necesario terminar una para comenzar con la otra.
*Por último, pero no menos importante, es tomar conciencia de que para ser exitoso en algo hay que dedicarle mucho tiempo y energía a ese proyecto. Es imposible ser exitoso en todo, cuando se está concentrando la energía en un aspecto de la vida (puede ser la familia, los estudios, el deporte, las amistades, el trabajo, etc.) es normal que se descuiden los otros aspectos. Lo más recomendable es lograr un equilibrio, y distribuir tan equitativamente como sea posible la energía y atención entre las áreas de interés. Tener las prioridades en claro será fundamental para que no vivamos como un fracaso aquello que queda relegado a un 2º lugar.

Destinados al fracaso están los perfeccionistas y quienes tienen baja autoestima. Los primeros porque nunca están conformes con nada, y los segundos porque nunca registran nada como un éxito. Suelen olvidar los logros y recordar sólo los fracasos…

La Angustia en la Actualidad

Desde mi experiencia en el día a día, en la intimidad de mi consultorio, llegan a mí personas sufriendo por distintos padeceres. Muy frecuentemente escucho: " No se qué me pasa", "Lloro y lloro sin parar", "Tengo ésta presión en el pecho que no sé qué es", "No sé que hacer de mi vida".

Estos son los casos en los que la palabra que surge es "ANGUSTIA". Sea cuál sea la situación particular de cada uno, hay una constante que aparece siempre. Esta sensación de malestar casi permanente que nos invade y que, hasta en ocasiones, aparece acompañada de síntomas físicos que limitan aún mas la vida cotidiana. El malestar parecería ser producto de una fuerza desconocida que no permite ni poner en palabras ni describir lo que realmente se siente.

En nuestra vida actual consumista y globalizada, se nos exige, como mínimo, la perfección y el éxito. Ardua tarea la que nos toca... inalcanzable e injustamente imposible de sostener. Nuestro reloj de vida ya no entiende de horas y minutos. Corremos y corremos hacia todos lados y ninguno al mismo tiempo. Sumado a que no hay tiempo ni espacio para estar mal. Es así que arrastramos años y años de conflictos no resueltos que "no tenemos tiempo" de afrontar pero que habilmente "hacemos" como que nada pasa. Ésto es con lo que comunmente me encuentro en el trabajo cotidiano. Al no lograr cumplir con semejantes exigencias y demandas de nuestra sociedad, vivimos inmersos en la posibilidad constante de caer en frustraciones muy facilmente, que nos puede dejar paralizados frente al mundo y rodeados de vacío... de angustia.

Pero hay una buena noticia. ¡Siempre hay una opción!. Pero, ¿Cómo hacemos para sentirnos mejor? ¿Cómo luchamos contra ésto?.

El primer paso es aceptar cuando ya no podemos solos... no está mal pedir ayuda. . No tenemos ni debemos "poder con todo". El espacio terapéutico dejó de ser hace tiempo "el loquero", para pasar a ser un espacio de profunda reflexión, contención y acompañamiento, para mejorar o hasta resolver éstos malestares actuales y sentirno mejor. Podremos perdere batallas, pero el ganador de ésta guerra está por verse. Todo está enh nuestras manos. Nuestras armas: La voluntad y la constancia. Sólo tenemos que ser valientes y tomar la decisión de dar un paso al frente.

Lic. Paula Bringas

(Psicóloga- UBA)